ENSEÑAR A PENSAR COMO HERRAMIENTA DE MEJORA DOCENTE
A nivel profesional, mi certificación como
profesor y coach TBL ha supuesto un giro de 360 grados en mi modo de ver la
educación. No negaré que al principio dudé de si estaba haciendo lo correcto.
Todavía a veces me despierto sobresaltado en medio de la noche pensando en si
debería hacer más exámenes o más clases magistrales. Entonces pienso en las
caras de mis alumnos ante un nuevo proyecto y eso me relaja. Supongo que todos
los cambios dan vértigo y que no siempre es fácil salir de la zona de confort
que te dan los libros de texto.
Ahora puedo decir que es maravilloso ver cómo
esos alumnos que me miraban raro cuando les decía que iban a aprender a pensar
y que hacían cosas raras con organizadores gráficos y mapas de pensamiento,
ahora son capaces de llegar a conclusiones y a razonamientos que me dejan con
la boca abierta.
Siempre que hablamos de metodologías activas
solemos referirnos a los beneficios que éstas tienen para el proceso de
enseñanza-aprendizaje, y lo importantes que son para el desarrollo integral de
nuestros alumnos. Y es lo que debe ser, ya que son los únicos y verdaderos
protagonistas de todo nuestro quehacer diario.
Sin embargo, en este post me voy a centrar en las
habilidades que podemos adquirir al implementar procesos de pensamiento en las
aulas.
MI PROPIO PROCESO COMO DOCENTE
Uno nunca sabe cuándo una metodología puede
presentarse en tu vida, y lo que puedo decir es que lo mejor que pude hacer fue
coger ese tren. Las destrezas de pensamiento llegaron a mi vida en 2014 de un
modo casi fortuito, ya que no había oído nunca hablar de esta metodología hasta
que por internet vi una noticia sobre Robert Swartz y su método. Investigué en
la red y al ver que se celebraba el primer Instituto de verano en España decidí
inscribirme. ¿Por qué lo hice? Por un doble motivo:
1. A nivel personal formarme en habilidades de
pensamiento supuso un gran reto, ya que siempre me había considerado una
persona poco reflexiva y que por tanto no sería capaz de transmitirlo a mis
alumnos.
2. Pero sin duda lo que más me convenció fue a
nivel profesional. Llevaba tiempo observando en las aulas que mis alumnos, por
lo general, eran impulsivos en sus pensamientos y con estrechez de miras.
Mi evolución como docente en el dominio e implementación
del TBL se ha basado en 3 grandes principios:
-
Formación: la
asistencia continuada a las diferentes modalidades de formación presencial que
CTT va organizando te dotan de las herramientas teórico-prácticas necesarias
para la implementación de las destrezas de pensamiento. Una de las herramientas
más poderosas que en mi opinión tienen estas formaciones son las sesiones de
coaching que los docentes pueden tener con los coaches certificados de CTT. El
objetivo de estas sesiones no es el de la evaluación, sino el de servir de guía
para la mejora como docente que trabaja las destrezas de pensamiento con sus
alumnos. A través de un sistema de preguntas operativas antes y después de la
puesta en práctica y de la observación de la lección en el aula el docente que
aprende se da cuenta de los puntos fuertes y débiles de su lección. Asimismo,
se le hace reflexionar sobre las posibilidades de mejora en futuras lecciones
TBL.
-
Planificación: la
planificación es una de las herramientas mas importantes que tiene el docente,
y no es menos en el TBL. Pensar en aspectos como el modo en el que se asegurará
que todos los alumnos tengan acceso a la información necesaria para la lección,
el modo de introducir el tipo de pensamiento y la co-construcción del mapa de
pensamiento, los agrupamientos y las estructuras cooperativas a aplicar son
algunas de los aspectos debemos tener en cuenta a la hora de programar una
buena lección TBL.
-
Reflexión y
mejora: después de cada destreza de pensamiento aplicada en el aula es
fundamental iniciar un proceso de reflexión y autoevaluación docente que permita
detectar puntos fuertes y sobre todo puntos de mejora. Analizar la fluidez en
la co-construcción del mapa de pensamiento, el funcionamiento de los grupos de
pensamiento, la participación y acceso a la lección de todos los alumnos son
algunos de los temas en los que es necesario pensar. Sólo de este modo, nuestra
capacidad de hacer buenas lecciones TBL y de guiar a nuestros alumnos hacia
buenos patrones de pensamiento será posible. Investigación en la acción es la
premisa fundamental que emana de estas ideas.
HABILIDADES QUE SE ADQUIEREN COMO PROFESOR
-
Capacidad para comunicarse con los estudiantes: el hecho de que la base del TBL
se base en un sistema operativo de preguntas y respuestas hace que los docentes
perfeccionen el modo en el que se comunican con los alumnos. El docente se
convierte en un guía que con preguntas abiertas les reta y provoca respuestas a
su nivel.
-
Capacidad, haciendo las preguntas adecuadas, para conseguir que los alumnos se
den cuenta de si es un buen pensamiento y por tanto lo podamos aceptar como válido.
Preguntas que incitan respuestas y respuestas que incitan a nuevas preguntas fomentan
el uso de un lenguaje del pensamiento
-
Capacidad de trabajo en equipo y de recibir feedback de compañeros cómo
herramienta esencial de mejora: planificando lecciones TBL juntos, compartiendo
dudas e inquietudes y viéndose unos a otros llevando a la práctica esas
lecciones hacen que el proceso se haga más efectivo.
- Capacidad de
ver las cualidades y capacidades de los alumnos como miembros del grupo y de
ver a cada alumno de modo individualizado con el fin de introducir las acciones
inclusivas necesarias que logren que TODOS desarrollen el tipo de pensamiento a
infusionar y el contenido didáctico a adquirir.
CONSEJOS A UN PROFESIONAL QUE QUIERE EMPEZAR
CON EL TBL
-
El primer consejo que le daría a un profesor que se interese por el aprendizaje
basado en el pensamiento es el de formarse,
pero formarse de un modo presencial a través de las múltiples fórmulas que
desde CTT se ofrecen. Mi experiencia me dice que hay metodologías que pueden
ser implementadas a través de diferentes modalidades de formación: ponencias,
talleres, conferencias, online, lectura de libros, etc. Pero en el caso del TBL
estoy plenamente convencido de que el modo más efectivo es el presencial, ya
que se aprende haciendo y planificando tus propias lecciones. Los profesores
son introducidos en el método desde una doble vertiente: por un lado, se
convierten en alumnos y experimentan las diferentes lecciones tal y como
ocurren en un aula, y por otro lado reflexionan cómo docentes para identificar
los pasos y los procesos metodológicos implicados.
-
El segundo consejo que le daría es el de tener paciencia, pero ser persistente, no pretender infusionar muchos tipos
de pensamiento de golpe, creo que es más efectivo ir poco a poco y dejar un
tiempo para reflexionar sobre cómo ha ido y establecer propuestas de mejora.
Planificar qué destrezas se adecúan mejor al contenido y proponer al principio
contenidos sencillos y con los que nos sintamos seguros y confiados. Es de
vital importancia también planificar
al máximo detalle toda la lección:
materiales a usar, ejemplo cercano a sus vidas y preguntas para co-construir el
mapa de pensamiento, agrupamientos, puesta en común en gran grupo,
metacognición y actividades posteriores.
-
El tercer consejo es el de que asuma cuanto antes el cambio de rol, que los docentes nos les vamos a dar el contenido en
la mano, sino que les vamos a ayudar a enfrentarse a él, a retarles a pensar
con destreza para adquirir conocimientos más significativos y duraderos.
- Por último,
es el de crear espacios de colaboración,
reflexión y discusión con otros compañeros del centro. Es fundamental que
los profesores puedan trabajar juntos con otros compañeros, resolver dudas y
darse coaching de unos a otros. El profesor aislado se siente sólo y no sabe si
está llevando a cabo de modo correcto la infusión en los diferentes tipos de
pensamiento.